Alocada

Siento mil no escribir desde hace días, pero siento que mi vida es un caos y que nada me sale como quiero. La verdad es que en buena medida el trabajo tiene la culpa, porque en las última semanas hemos estado preparando los proyectos que tenemos que presentar en mi empresa este mes. A ello se le unieron despidos de compañeros que creías intocables y estamos todos tocando madera debajo de nuestras mesas.
Tuve la suerte de ir a Cibeles a ver el desfile de Devota y Lomba. Más que por placer tuve que ir por compromiso. Os aseguro que el númerod e petardas por metro cuadrado es inversamente proporcional al número de tíos buenos que hay alrededor. La cosa no acabó ahí, y es que el sábado por la tarde acepté una invitación para ver un partido de fútbol, con un tío encantador que espero que no sea gay, no le importen las guerras y tenga muchas noches libres.
Poco más, tengo pendiente contaros lo de la nieve, aunque he de decir que no fue nada del otro mundo, teniendo en cuenta que nuestra tercera invitada estuvo apunto de meternos a unos ladrones en la habitación. Total que está siendo un mes de la hostia. Con pocos ratos para salir y trabajando demasiado, algo que no me gusta, porque veo que mis fiestas se resisten. Esto es muy doloroso, el ver que tus amigas salen y tú trabajando hasta tarde. El sábado fue un alivio. Además de que me compré unas botas nuevas. Eso sí, ahora mis pies están destrozados. Nunca vayáis con botas a ver un partido. Y sobre todo, no vayáis a lo que va después con ellas. Os dejo pillos.

***La moda comienza y termina siempre por las dos cosas que más aborrece: la singularidad y la vulgaridad( William Hazlitt)***

Post alegoría: Me acabo de enterar de que Penélope ha ganado un óscar, debo de ser la única que no lo sabía, es bueno que el mundo suene en español.