Siento no haber escrito en un siglo. Pero las circunstancias me pueden. O mejor dicho me puede este trabajo en el que me voy a dejar la vida. En el que pensé que podría sacar a relucir toda mi creatividad, pero de lo que sólo me estoy dejando al vida, los kilos (desde navidad dos tallas menos) y las noches de fiesta. Me pierdo cuando veo que la creatividad se asfixia por un puñado de euros que no van a ningún lugar cerca de mí. No quiero quejarme, porque sé que hay gente que lo está pasando mucho peor que yo, pero es que cada día siento que tengo menos para gastar y que trabajo más que antes.
Por eso he decidido que de aquí a las vacaciones de verano me voy a dar un ultimátum. Estoy pensando en cumplir mi viejo sueño de marcharme a Estados Unidos a buscar fortuna. Hay quien pdorá pensar que irse como están las cosas es sólo propio de locos. ¿No dicen que es la tierra de las oportunidades? ¡Pues yo quiero la mía! Además, como siempre he pensado, ¡a tomar por culo los cobardes! Yo de cobarde no tengo ni la suela del zapato, así que voy a meditarlo, voy a buscar soluciones y trabajos y lo voy a mandar todo al carajo.
Al fin y al cabo tuve un novio americano, he pasado media vida hablando en inglés, y me encantaría poder disfrutar creando. Quizá sea una locura pasajera, pero me apetece cambiar de aires.
***Viajar es imprescindible, y la sed del viaje, un síntoma neto de inteligencia (Jardiel Poncela)***
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